El estrés, la falta de descanso o el consumo de tabaco y de otras sustancias perjudiciales para la salud implican un aporte de toxinas elevado que puede hacer que el organismo no sea capaz de eliminarlas. Es entonces cuando el equilibrio entre aporte y depuración se rompe y, por ende, notamos una serie de síntomas nada agradables: desde insomnio a fatiga, pasando por problemas digestivos y cutáneos. ¿Qué hacer entonces? Una terapia de detoxificación como la que ofrece Heel puede ser una estupenda alternativa.
¿En qué consiste la Terapia de Detoxificación de Heel?
Cuando hablamos de detoxificación nos referimos a aquel proceso por el que el cuerpo humano es capaz de eliminar sustancias que el organismo ha acumulado y que resultan perjudiciales para el mismo. Pueden ser toxinas exógenas o endógenas. Las primeras proceden del exterior y son consecuencia, por ejemplo, de una mala alimentación, mientras que las segundas son generadas por metabolismo.
La Terapia de Detoxificación de Heel está compuesta por tres medicamentos que actúan precisamente en los órganos específicos de detoxificación: Lymphomyosot, que mejora el drenaje linfático para movilizar las toxinas acumuladas; Nux vomica-Homaccord, que favorece la eliminación intestinal y la detoxificación hepática; y Berberis-Homaccord, que ayuda a la excreción renal y biliar.
Todo ello contribuye igualmente al refuerzo del sistema inmunológico y al consiguiente descenso de las probabilidades de contraer ciertas enfermedades; a mejorar el estado de le piel, contrarrestando los posibles efectos del envejecimiento; y a mejorar el metabolismo. ¡Sus resultados beneficiosos están demostrados mediante estudios clínicos!
¿Cómo se realiza la Terapia de Detoxificación de Heel?
Ahora que ya conocemos las bondades de la Terapia de Detoxificación de Heel, es momento de saber cómo ha de administrarse. El propio laboratorio recomienda añadir 30 gotas de cada medicamento en una botella de agua mineral de 1,5 litros. Después, hay que agitarla ligeramente y beber su contenido a lo largo del día. También aconseja seguir el tratamiento durante un mínimo de 6 semanas y realizarlo dos veces al año.
Dicho tratamiento es eficaz y puede ser efectuado por cualquier persona que lleve un ritmo de vida estresante o una mala alimentación, así como por aquellas con ciertas patologías: problemas respiratorios, digestivos o cutáneos (acné, sudación excesiva…); cuadros inespecíficos de cansancio o fatiga; obesidad, celulitis o retención de líquidos; cefaleas, insomnio o cambios de humor; patologías musculares o reumáticas…
Cuida cada día de tu organismo
Para evitar que el organismo llegue a una situación de colapso, lo ideal es seguir un estilo de vida saludable. Es decir, llevar una dieta equilibrada y rica en fibra, vitaminas, antioxidantes y potasio; consumir en torno a 2 litros de agua al día; renunciar a sustancias perjudiciales para la salud como el tabaco; descansar de forma adecuada y hacer ejercicio con regularidad. ¡El cuerpo lo agradecerá enormemente!